Atención a migrantes en Michoacán
En lo que va del año, la Arquidiócesis de Morelia ha brindado apoyo a cerca de 40 personas migrantes en su albergue ubicado en la colonia Lago 1, dentro de la capilla del Sagrado Corazón, dependiente de la parroquia de San Juan Bosco. Este espacio forma parte de los más de 120 refugios operados por la Iglesia católica en México, extendiéndose desde la frontera sur con Guatemala hasta la frontera norte con Estados Unidos.
El arzobispo local, Carlos Garfias Merlos, enfatizó que “tenemos una buena cantidad de albergues en toda la Iglesia en México y hablamos de más de 120 albergues, están distribuidos desde la frontera en el sur en Guatemala hasta la frontera en Estados Unidos”. Aclaró además que la labor religiosa se enfoca en el respaldo directo a quienes lo necesitan, más que en registros estadísticos: “no es que precisamente nosotros estemos dependiendo de las estadísticas, nosotros estamos dependiendo de las personas que nos solicitan”.
Composición de los migrantes atendidos
En el último mes, el albergue moreliense ha acogido a un ciudadano mexicano, ocho provenientes de Venezuela, una guatemalteca, dos hondureños y un habitante de Belice. Según informó el presbítero Oliver Guzmán, “en este mes solamente se ha atendido a un mexicano, hay ocho venezolanos, una guatemalteca, dos hondureños y una persona de Belice que vienen deportados”.
El apoyo proporcionado incluye servicios psicológicos, orientación general, acompañamiento espiritual y en ocasiones suministro de alimentos. Estos servicios están disponibles en 12 centros de escucha repartidos en localidades como Morelia, Tarímbaro, Pátzcuaro, Quiroga, La Piedad, Ciudad Hidalgo, Acámbaro y Cuitzeo.
Contexto de violencia regional
Gran parte de los asistentes provienen de zonas michoacanas afectadas por conflictos violentos, como Tierra Caliente, Ciudad Hidalgo y Apatzingán. El arzobispo destacó que el acompañamiento religioso abarca albergues, espacios de escucha y casas de formación laboral, aunque actualmente solo opera una de estas últimas en la parroquia del Divino Niño.
Garfias Merlos señaló que “nosotros andamos buscando a la víctima de la violencia para atenderla, ese es el punto central” y detalló que “teníamos tres casas del artesano, pero gracias a Dios hemos podido crear las condiciones para tener a todos los internos en un solo lugar”.
Proyectos futuros de asistencia
La institución religiosa planea establecer un centro especializado en desintoxicación en Morelia, con perspectiva de expansión a otras diócesis. Este espacio no solo abordará adicciones convencionales como alcoholismo o consumo de drogas, sino también dependencias tecnológicas.
El prelado reconoció que “estamos buscando apoyar, recuerden, no es una responsabilidad directa de la Iglesia. La Iglesia está colaborando y aportando lo más que puede” y reiteró el compromiso institucional: “lo que a mí me importa es que sepan que ofrecemos el servicio y quien lo pueda solicitar le atenderemos de la mejor forma posible”.
Según datos proporcionados, alrededor de 3 mil individuos han recibido asistencia en los distintos programas destinados a víctimas desarrollados por la Arquidiócesis durante 2025.
