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Juan Román Riquelme y su retorno al duelo con Bayern Munich: de las lágrimas del 2001 a su rol actual como líder de Boca

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El recuerdo de Tokio y la frustración de 2001

El 27 de noviembre de 2001, Juan Román Riquelme llora desconsolado en el estadio Nacional de Tokio. A sus 23 años, ya posee dos Libertadores, un Mundial Sub 20 y un título mundial con Boca Juniors, pero la derrota ante Bayern Munich en la final de la Copa Intercontinental deja una profunda cicatriz. La única anotación del partido, obra de Samuel Kuffour, se envuelve en polémica por una supuesta falta previa de Giovane Elber sobre Clemente Rodríguez. “Agarré de la pierna a un jugador que quería salir por el balón”, reconocería años después el brasileño.

El arbitraje de Kim Nielsen también genera controversia. Entre las decisiones más cuestionadas figuran la expulsión de Marcelo Delgado tras una doble amarilla y un durísimo foul de Paulo Sergio sobre Riquelme, quien momentos antes había ejecutado una jugada magistral al esquivar a dos defensores.

Del llanto al liderazgo: un Román transformado

El 20 de junio de 2025, Riquelme observa desde el palco el partido de Boca ante Benfica en Miami. A punto de cumplir 47 años, su rostro no muestra la emotividad del pasado. Ahora preside el club xeneize, que llega al Mundial de Clubes con ciertas dudas después de un debut igualado 2-2 contra Benfica. La escuadra argentina intenta superar el peso de los 18 años sin Libertadores y los más de dos años sin títulos.

“Riquelme es un fantástico jugador”, recordó Claudio Pizarro en una ocasión. El peruano, ahora embajador de Bayern, reconoció en su momento que “sólo sé que está Riquelme y se escucha por todos lados que está jugando muy bien, que tiene mucha calidad y que es la manija del equipo”.

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El contraste entre dos épocas

El choque entre Boca y Bayern se repite casi 24 años después. En 2001, el equipo europeo se impuso 1-0 en tiempo extra. En 2025, los alemanes llegan con un aplastante 10-0 sobre Auckland City. Las estadísticas reflejan la brecha actual: el valor del plantel bávaro es once veces superior al de Boca según Transfermarkt (867.50 millones contra 78.5 millones de euros).

El técnico Miguel Ángel Russo intenta corregir las irregularidades del equipo argentino. La expulsión de Nicolás Figal en el debut complica sus planes para contener a Harry Kane, máximo goleador del Bayern con 26 anotaciones en la última Bundesliga. Ayrton Costa podría encargarse de neutralizar al inglés.

Viejos conocidos y nuevos desafíos

Además de Riquelme, Marcelo Delgado es otro vestigio del equipo de 2001. Hoy miembro del Consejo de Fútbol de Boca, su presencia mantiene viva la conexión con aquella época. Por parte de Bayern, Pizarro es el único rostro familiar, aunque ahora su rol sea más protocolario que futbolístico.

El argentino firmó recientemente un acuerdo comercial con el Hard Rock Café de Miami, una muestra de su incursión en el ámbito empresarial. Mientras tanto, desde la tribuna, espera ver a su equipo lograr una victoria histórica que, aunque no borrará la imagen de su juventud llorando en Tokio, podría abrir una nueva página en la rivalidad con Bayern Munich.

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