Brasil urgió a la OEA a reforzar su rol mediador y lograr la inclusión plena de todas las naciones americanas, durante su intervención en la 55ª Asamblea General del organismo en Antigua y Barbuda. La secretaria general de Relaciones Exteriores, Maria Laura da Rocha, enfatizó que “juntos, tenemos la oportunidad de colocar a la organización en el camino del entendimiento y del respeto al derecho internacional”.
Enfoque en participación universal y reformas institucionales
Da Rocha destacó la necesidad de “trabajar para que la OEA vuelva a contar con la participación de todos los países de las Américas”, sin especificar casos concretos, aunque actualmente el asiento de Venezuela permanece vacante. La representante brasileña coincidió con el nuevo secretario general de la OEA, Albert Ramdin, en la importancia de “promover diálogo y la búsqueda de consensos” y llamó a construir un organismo con estructura “más eficaz y ágil” que responda a los intereses colectivos.
Desafíos continentales y principios rectores
Entre los principales retos identificados por la diplomática brasileña figuran “la radicalización de la política, el crecimiento de la desinformación, los desastres ambientales, el problema del hambre y el tráfico de drogas”. Insistió en que “es esencial evitar retrocesos en derechos humanos” y defendió una OEA con financiamiento sostenible que garantice transparencia y resultados concretos, señalando que “sin reglas compartidas y sin diálogo efectivo, los desafíos se vuelven aún mayores”.
Situación venezolana: en el limbo institucional
A pesar de mencionar la necesidad de inclusión universal, no se refirió explícitamente a la crisis política venezolana. Recordó que Venezuela denunció la Carta de la OEA en 2017 bajo el gobierno de Nicolás Maduro, proceso que culminaría en 2019, pero que ese mismo año el organismo reconoció a Juan Guaidó como mandatario interino y retiró la solicitud de salida. El estatus legal del país en la organización sigue pendiente de resolución.
