Riesgo estacional de afecciones cutáneas
El dermatólogo Javier Antoñanzas, especialista en la Clínica Universidad de Navarra, ha destacado que los meses de calor intensifican la aparición de problemas dermatológicos. Las elevadas temperaturas, la radiación solar y los ambientes acuáticos como playas y piscinas incrementan la probabilidad de reacciones inflamatorias en la piel.
Causas de la inflamación cutánea
El profesional explicó que “Sus causas pueden dividirse en dos grandes grupos: endógenas y exógenas. La causa endógena se refiere a la predisposición personal del paciente, como sucede en la dermatitis atópica o la psoriasis, mientras que la exógena tiene que ver con la exposición a sustancias irritantes o alérgenos que desencadenan la inflamación”. Esta dualidad explica por qué algunas personas experimentan reacciones más intensas que otras bajo condiciones similares.
Agentes externos desencadenantes
Entre los elementos externos más comunes que provocan irritaciones se encuentran el cloro presente en albercas, la salinidad marina, el contacto prolongado con arena y la exposición excesiva a los rayos UV. Estos factores combinados con el calor generan un entorno propicio para alteraciones dérmicas.
El picor representa uno de los síntomas más recurrentes en esta temporada, fenómeno atribuido a la liberación de histamina como respuesta corporal al incremento térmico. “Con las altas temperaturas o tras duchas muy calientes, se activa un mecanismo que provoca picor en la piel, relacionado con la acción de los mastocitos, unas células implicadas en este proceso”, detalló el experto.
Cuidados específicos y recomendaciones
El especialista enfatizó en la necesidad de protección especial para los infantes, considerados un colectivo particularmente sensible. Recomendó medidas preventivas como la eliminación de productos con fragancias fuertes, el uso de agua tibia durante los baños y la aplicación constante de hidratantes específicos.
Respecto a la duración de los síntomas, Antoñanzas mencionó que “Los síntomas pueden alargarse durante ‘semanas o incluso meses’ si la causa permanece o si el paciente continúa expuesto al agente desencadenante, mientras que cuando se aplica una terapia efectiva las lesiones desaparecen ‘habitualmente’ en menos de una semana”.
Prevención y manejo adecuado
El especialista finalizó destacando la importancia de estar alerta ante los primeros signos de irritación, identificar rápidamente los factores desencadenantes y establecer rutinas de cuidado continuo. Estas acciones permiten mantener la salud de la piel durante los períodos de calor extremo.