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Parricida de Resistencia ocultó el cuerpo de su padre en una nevera durante siete días

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Descubrimiento del cuerpo en una residencia chaqueña

El cuerpo sin vida de Rogelio Gauna, un hombre de 65 años dedicado a la carpintería, fue encontrado dentro de una nevera en su propia casa del barrio Vélez Sarsfield en Resistencia, Chaco. El hallazgo se produjo una semana después de que familiares denunciaran su desaparición.

Detención del presunto responsable

El hijo de la víctima, Marcos Gauna de 27 años, confesó haber estrangulado a su padre durante una discusión relacionada con su adicción a las drogas. El acusado, quien vivía bajo el mismo techo que la víctima, negó inicialmente los hechos pero terminó admitiendo su responsabilidad ante las autoridades.

Motivaciones del crimen

Según revelaron fuentes judiciales, el presunto asesino mantenía una relación conflictiva con su padre debido a su consumo de sustancias ilícitas. Marcos supuestamente intentó obtener dinero de su progenitor para financiar su adicción, lo cual derivó en el enfrentamiento que terminó con la vida del hombre.

Condiciones del hallazgo

La casa donde se cometió el crimen se encuentra ubicada en la calle García Merou al 2900. El olor putrefacto que se percibía en el inmueble y las versiones contradictorias del hijo principal motivaron la intervención policial. La autopsia determinó que la muerte ocurrió entre cinco y seis días antes del hallazgo sin encontrar marcas de cuerda, lo que sugiere estrangulamiento manual.

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Antecedentes del acusado

El hermano mayor de Marcos, Fernando Gauna, declaró que el presunto asesino había mostrado conductas violentas anteriormente. “Perdió su familia por la droga, decía que quería matar a gente, se agarraba con los vecinos, quería pelear todo el tiempo. La droga lo llevó por mal camino”, señaló quien presentó la denuncia por la desaparición.

Contexto barrial

Vecinos del barrio describieron a Rogelio como una persona solidaria que siempre ayudaba a los habitantes de la zona. Una residente expresó: “Rogelio era mi amigo de toda la vida, lo conozco muchísimo. Era el servidor del barrio: se rompía una canilla, era él; se caía algo, era él”.

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