Economía

Impuesto a refrescos responde a función recaudatoria, no a salud pública: Canacope Querétaro

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La Cámara de Comercio en Pequeño (Canacope) de Querétaro calificó como “recaudador y fiscalizador” el proyecto de reforma fiscal para 2026, que incluye modificaciones al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a bebidas azucaradas, tabaco y ciertos videojuegos con contenido violento. Eduardo Chávez Hidalgo, líder de la organización, señaló que la iniciativa no contempla estímulos para el sector ni evita el impacto directo en los consumidores.

Postura del sector comercial

Chávez Hidalgo resaltó que la reforma carece de enfoque en beneficios para la base contribuyente, al no considerar ajustes al Impuesto Sobre la Renta (ISR) ni al IVA. “El proyecto de reforma fiscal para el 2026 tiene un carácter netamente recaudador y fiscalizador hacia la base propiamente del contribuyente, ya que, en las reformas que están contenidas en el Código Fiscal (…) no están considerando aumento al ISR, ni al IVA”, subrayó.

A pesar de que la medida se presenta con argumentos de salud pública, el presidente de Canacope Querétaro consideró que la disminución en el consumo de refrescos será temporal. “No va a tener una afectación económica en cuanto al sector. Si va a disminuir en un corto plazo, en uno o dos meses, pero no vamos a tener una política de salud”, concluyó.

Acuerdos con la industria refresquera

No obstante, reconoció como positivo el pacto alcanzado entre la Secretaría de Hacienda, la de Salud y los productores de bebidas. Dicho acuerdo prevé una reducción del 30% en el contenido de azúcar en productos como los de Coca-Cola dentro de un año, así como una diferenciación impositiva entre bebidas con azúcar y sus versiones light.

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“Recaudador y fiscalizador”, impuesto a refrescos: Canacope Querétaro

Asimismo, se acordó eliminar la publicidad dirigida a menores de edad y limitar la promoción de envases de gran tamaño. Estas medidas forman parte de los lineamientos anunciados por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien justificó el impuesto por la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y enfermedades como la diabetes.

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