La victoria del Barcelona por 2-1 ante el Girona se vio opacada por la expulsión de su entrenador, Hansi Flick, tras una celebración considerada antideportiva por el árbitro Jesús Gil Manzano en el minuto 93. El técnico, ya amonestado previamente por protestar decisiones relacionadas con el tiempo añadido, recibió una segunda tarjeta amarilla por un gesto desde la línea lateral que las autoridades del encuentro calificaron como provocativo.
Reacción inmediata tras la roja a Flick
La sanción implica que Flick no podrá dirigir desde la banca en el próximo Clásico frente al Real Madrid, salvo que la apelación presentada por el club tenga éxito. El propio entrenador reconoció que necesita moderar su conducta: “tengo que cambiar mi comportamiento”, afirmó, añadiendo que no desea que sus nietos lo vean en ese estado.
“No me gusta verme en ese estado en la televisión, y no quiero que mis nietos vean a su abuelo así”
, dijo con tono reflexivo.
Flick justificó sus acciones como producto de la emoción del momento, no de intención provocadora.
“Quizás deba controlar mis impulsos, pero amo al Barca, a Barcelona y a su gente, y por eso siempre doy lo mejor de mí”
, afirmó, destacando que su carácter antes era más contenido, especialmente durante su etapa en el Bayern Munich.
Deco arremete contra criterios arbitrales
El director deportivo del club, Deco, respaldó al entrenador y anunció que se apelará la sanción, al tiempo que criticó el trato que, según él, recibe el equipo.
“Los árbitros siempre son más rigurosos contra nosotros, llevan los límites mucho más allá”
, declaró. Añadió que el gol anotado por Ronald Araujo en el minuto 94, con un defensa jugando como delantero, fue un momento de máxima euforia que justifica las reacciones desbordadas.
Deco defendió la celebración como algo natural dentro del fútbol.
“Es un momento de euforia, es casi imposible contenerse. Estoy afónico porque llamé”
, dijo, y reiteró que Flick es una persona equilibrada que reaccionó con pasión legítima. También adelantó que el club actuará formalmente:
“Haremos lo que tengamos que hacer a nivel legal”
.
Polémica creciente y contexto de competencia europea
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, entró en la polémica sin mencionar directamente al Real Madrid, pero insinuando la existencia de una influencia externa que afecta las decisiones arbitrales en contra del club. Sus declaraciones alimentaron el debate sobre posibles sesgos en La Liga.
Mientras tanto, el equipo se enfoca ahora en su compromiso de Champions League contra el Olympiacos en el Estadi Olimpic Lluis Companys. Con apenas tres puntos en la fase de liga y en la posición 16, los Blaugrana necesitan con urgencia una victoria. La ausencia de jugadores clave como Robert Lewandowski, Ferran Torres y Raphinha obliga a Flick a reestructurar su ataque, con posibles alineaciones que incluyan a Roony Bardghji, Marcus Rashford y Lamine Yamal.
El resultado ante el Olympiacos podría influir directamente en la moral del equipo antes del Clásico, donde la tensión será máxima. Un triunfo en Europa ayudaría a mitigar la crisis generada por la expulsión del entrenador, mientras que una derrota agravaría el escrutinio en una de las semanas más decisivas de la temporada.