Tras casi sesenta días de intensa recuperación, Cereza, una perra gestante herida durante la explosión de un camión de gas en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, y su único cachorro sobreviviente, bautizado como Cerecito, han sido devueltos a su entorno protegido por el refugio Huellitas de amor sin fronteras.
Regreso tras una batalla por la vida
Ana Silvia Díaz, fundadora del albergue, informó mediante publicaciones en plataformas digitales que el pequeño ya recibió el alta médica tras completar su proceso de rehabilitación. Ambos ahora se encuentran “rodeados de cariño, seguros, sanos y con un futuro lleno de amor”.
El caso de Cereza conmovió a una gran cantidad de personas en todo el país. Fue rescatada entre llamas y humo por miembros del refugio durante el siniestro, cuando ya presentaba heridas graves por quemaduras.
Nacimiento milagroso y pérdida dolorosa
Debido a la gravedad de su estado, se le practicó una cesárea de emergencia, en la que dio a luz cinco crias. Lamentablemente, solo uno logró resistir: Cerecito, quien se convirtió en símbolo de esperanza en medio del sufrimiento.
“Cereza y Cerecito ya están en casa. Hoy nuestro corazón late más fuerte que nunca… Después de tanta lucha, de noches llenas de preocupación, lágrimas y esperanza, por fin podemos decirlo: Cereza y su pequeño Cerecito han llegado a casa”.
Este mensaje fue compartido por la organización el 7 de noviembre, acompañado de imágenes que mostraban el regreso de los dos animales al albergue.
Decisión de mantenerlos en el refugio
Díaz reveló que, pese a las numerosas ofertas de adopción, optaron por conservar a ambos bajo su cuidado directo: “Nos la vamos a quedar, porque sus almas ya son parte de nuestra manada. Sus heridas cuentan una historia que merece ser vista y escuchada: la historia de una mamá quemada que no soltó la vida, de un bebé que decidió quedarse en este mundo. Dos guerreros que se aferraron a sobrevivir”.
El grupo señaló que aún mantiene compromisos económicos derivados de los tratamientos veterinarios, por lo que continúa recibiendo apoyos económicos.
“Aún hay adeudos pendientes de su caso y cada granito de ayuda nos acerca a cerrar este capítulo con paz. Porque cuando un corazón late por amor, ninguna herida es eterna”.
