Agricultores, ganaderos y transportistas se han unido en una movilización que mantiene cerrada la carretera entre Chihuahua y Delicias, a la altura del poblado de Lázaro Cárdenas, donde desde primeras horas del día comenzaron a arribar con víveres para sostener la protesta. El cierre, que arrancó al mediodía, forma parte de una jornada nacional de inconformidad que se replica en al menos cinco puntos clave del estado.
Organización y logística en el bloqueo
Los manifestantes llevaron consigo barbacoa, verduras y bebidas para garantizar la alimentación e hidratación de quienes permanecen en el sitio, previendo que la protesta se prolongue por un mínimo de tres días. Esta acción colectiva busca fortalecer la resistencia frente a las autoridades federales, a quienes exigen el pago de adeudos pendientes, especialmente en el sector lechero.
Además, los productores rechazan la nueva Ley de Aguas Nacionales y las políticas de importación de granos, que, según señalan, perjudican directamente la producción local. Una de sus principales denuncias es que Chihuahua envía agua a otros estados mientras sus propias cuencas enfrentan deterioro, sin que haya existido una consulta pública previa.
Impacto económico y movilización indefinida
El cierre ha generado ya afectaciones significativas al transporte de carga, particularmente en unidades del sector metal-mecánico, cuyos trayectos han sido interrumpidos. De acuerdo con estimaciones iniciales, las pérdidas económicas superan los 600 mil pesos. El flujo vehicular en ambos sentidos de la vía se ha visto severamente afectado.
“Las protestas continuarán de manera indefinida hasta que exista un diálogo directo con autoridades federales y se atiendan las demandas”
Aunque se han realizado gestiones de diálogo, hasta el momento no hay una respuesta concreta por parte del gobierno federal. Líderes del movimiento insisten en que la prolongación del paro es necesaria para “hacerse escuchar”, mientras las negociaciones no avancen.
Acción coordinada en múltiples frentes
La protesta involucra a campesinos, mineros y ganaderos, quienes denuncian una política que privilegia la industria sobre la producción de alimentos, así como la criminalización de jóvenes y una desorganización inducida en el campo. También exigen la eliminación del proyecto de ley que centraliza el control del agua y elimina la certeza jurídica para los productores, además de fortalecer a CONAGUA con participación real de los afectados.
El funcionario estatal encargado del seguimiento de los bloqueos informó que se monitoreará cada punto de movilización y sus consecuencias, especialmente en las zonas fronterizas, donde el impacto económico podría agravarse en los próximos días.
