María Corina Machado expresó este jueves su profundo orgullo al formar parte de un colectivo ciudadano al que calificó de “valiente”, durante la inauguración de una exposición en su honor en el Centro del Nobel de la Paz, acto que marcó el cierre oficial de los eventos asociados al galardón de este año.
Un homenaje a la lucha democrática
La muestra, titulada “Democracy on the Brink” (La democracia, en el precipicio), fue presentada como un testimonio visual de la resistencia de la oposición venezolana. El recorrido incluye imágenes clave del camino político de Machado y una serie de retratos de jóvenes venezolanos que han migrado a Colombia, capturados por el fotógrafo Emin Özmen, de la agencia Magnum.
“Estoy tan orgullosa de ser parte de una generación, de un movimiento de ciudadanos valientes, corajudos, honestos y afectuosos”,
“Estoy tan orgullosa de ser parte de una generación, de un movimiento de ciudadanos valientes, corajudos, honestos y afectuosos”
, afirmó Machado en su alocución. También adelantó que el próximo encuentro con el Comité Nobel noruego será en una Venezuela “libre”.
Diáspora y esperanza
Özmen fue contratado por el Centro del Nobel de la Paz para viajar a Colombia el mes pasado, con el objetivo de documentar las “esperanzas y visiones de futuro” de los jóvenes venezolanos exiliados. Sus testimonios, mezclados con fragmentos de un discurso de Machado sobre democracia, forman parte de la ambientación sonora de la exposición.
Según el Comité Noruego del Nobel y el propio centro, más de 8 millones de personas, es decir, una cuarta parte de la población, han abandonado Venezuela desde 2014. Aquellos que permanecen en el país lo hacen bajo condiciones de pobreza y temor, añorando a sus seres queridos en el exilio.
Reconocimiento internacional y apoyo externo
En declaraciones a la prensa, Machado reiteró que, si bien el respaldo internacional es vital, “la ayuda más importante va a ser la de nuestra diáspora regresando”. Destacó que todo lo logrado por la oposición se debe a que “siempre estuvo el poder de la gente en el centro” y a la confianza depositada en los ciudadanos.
La opositora venezolana, acompañada por su familia en Oslo, manifestó sentirse “muy emocionada” por el montaje, especialmente por una fotografía tomada tras las elecciones primarias de 2023.
Un caso atípico en la tradición Nobel
El Centro del Nobel de la Paz suele encargar las exposiciones a un fotógrafo del país del galardonado, pero por la situación política en Venezuela, este año se optó por una alternativa: contratar al turco Emin Özmen, quien ya había documentado las protestas contra el gobierno venezolano en 2019, material que ahora forma parte de la muestra.
La inauguración tuvo lugar menos de 24 horas después de que Machado llegara a Oslo. Ella reside en la clandestinidad en Venezuela y no pudo asistir ni a la rueda de prensa del martes ni a la ceremonia de entrega del premio, en la que su hija, Ana Corina Sosa, la representó.
Llamado a la acción internacional
Durante una comparecencia ante los medios, Machado agradeció el respaldo de Estados Unidos, tanto para su salida de Venezuela como en la presión contra el “régimen” de Nicolás Maduro. Exhortó a las “democracias del mundo” a bloquear los ingresos que sostienen al mandatario venezolano.
Fue enfática al señalar que las acciones del presidente estadounidense, Donald Trump, en la región del Caribe han dejado al gobierno de Maduro “más débil que nunca”. No obstante, evitó especular sobre la estrategia de Washington y otros países en temas de seguridad nacional en los que dijo estar involucrados.
