Las vacaciones de diciembre ofrecen una oportunidad única para adentrarse en la historia milenaria de Guanajuato, gracias a la apertura de cinco zonas arqueológicas que la Secretaría de Cultura del Estado, a través de la Dirección de Patrimonio Cultural, pone a disposición del público local y turistas.
Patrimonio prehispánico al alcance del visitante
Ubicado en la periferia mesoamericana, El Cóporo fue un asentamiento activo entre los siglos VI y X. En sus laderas destacan estructuras cívico-administrativas y residenciales como Gotas y Montes. Asimismo, el conjunto conocido como Puerto del Aire, con su vía empedrada, parece marcar un trayecto ceremonial hacia los espacios considerados sagrados del sitio.
En contraste, Arroyo Seco alberga una de las colecciones de arte rupestre más significativas del país. En abrigos rocosos de dos cerros denominados la Zorra y la Tortuga se conservan más de 42 paneles pictóricos que, a lo largo de siglos, documentan la transición de comunidades de cazadores-recolectores hasta los primeros momentos del periodo colonial.
Ciudades prehispánicas con compleja organización
Plazuelas se erigió como una de las urbes precolombinas más estructuradas del sur de Guanajuato. Ocupada entre los años 600 y 900 d.C., su traza arquitectónica se extiende de forma dispersa, unida por calzadas y senderos que convergen en un manantial llamado El agua nacida. Entre sus características más notables figuran una cancha para el juego de pelota, el conjunto de Casas Tapadas y una gran cantidad de petrograbados que enmarcan su entorno.
Otro de los centros ceremoniales más importantes de esta región es Peralta, habitado del 300 al 750 d.C. Su imponente arquitectura incluye el Doble Templo y Patio Hundido, así como el Recinto de los Gobernantes. Además, estructuras cercanas como La Joyita, La Crucita y La Luz de Quintana complementan su extensión como núcleo cívico-religioso.
Un centro astronómico en la cima de una loma
Cañada de la Virgen domina una elevación rodeada de cañadas profundas. Alcanzó su esplendor entre 640 y 900 d.C. y su diseño urbano evidencia un conocimiento avanzado de los ciclos cósmicos. El basamento piramidal conocido como la Casa de los Trece Cielos, de 15 metros de altura, delimita un amplio patio hundido. Este lugar funcionó como un observatorio astronómico clave para sociedades agrícolas que, además de cultivar, practicaban la caza, recolección e intercambio ritual con otras regiones mesoamericanas.
Información práctica para el público
Las zonas arqueológicas operan de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Sin embargo, el ingreso finaliza a las 17:00 horas en Peralta y Plazuelas, y a las 16:00 horas en El Cóporo, Cañada de la Virgen y Arroyo Seco.
Por las celebraciones decembrinas, el 24 y 31 de diciembre los sitios cerrarán sus puertas a las 14:00 horas. El 25 de diciembre y el 1 de enero de 2026 permanecerán completamente cerrados.
El acceso general tiene un costo de 70 pesos, con tarifa reducida de 20 pesos para niños de entre 6 y 12 años. En el caso específico de Cañada de la Virgen, el boleto general es de 100 pesos y el infantil de 25 pesos.
