El exmandatario brasileño Jair Bolsonaro será intervenido este sábado con un bloqueo anestésico del nervio frénico para tratar una crisis de hipo crónica que lo aqueja desde hace meses. La información fue confirmada por su cónyuge, Michelle Bolsonaro, quien lo acompaña durante su hospitalización en Brasilia.
Intervención médica y condiciones de salud
Bolsonaro, de 70 años, fue sometido el jueves a una cirugía para corregir una hernia inguinal en el hospital DF Star, establecimiento donde continúa internado. Tras la operación, los galenos evaluaron la necesidad de un procedimiento adicional ante la persistencia del hipo, que afecta gravemente su descanso y estado físico.
“Mi amor acaba de ir al centro quirúrgico para realizar el bloqueo del nervio frénico”
, publicó Michelle Bolsonaro en Instagram.
“Ya son nueve meses de lucha y angustia con hipo a diario”
, añadió la exprimera dama.
Detalles del procedimiento
El tratamiento consiste en localizar mediante ultrasonido el nervio frénico, responsable del movimiento del diafragma, e inyectarle un analgésico. El doctor Claudio Birolini explicó que esta técnica busca aliviar el espasmo continuo. Por su parte, el médico Brasil Caiado destacó que el hipo “le genera mucho cansancio, perjudica el sueño (…) está siendo prácticamente agredido por ese hipo”.
Los especialistas habían indicado que tomarían la decisión sobre el procedimiento días después de la cirugía inicial, sin precisar la duración estimada de la intervención.
Antecedentes judiciales y situación actual
Bolsonaro se encuentra cumpliendo una sentencia de 27 años de prisión por intentar un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 frente al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva. En septiembre, la Corte Suprema brasileña lo declaró culpable de conspiración para mantenerse en el poder.
Antes de su ingreso a prisión el 22 de noviembre, el exmilitar estuvo en arresto domiciliario entre agosto y noviembre. Su traslado al centro penitenciario se adelantó porque intentó dañar su tobillera electrónica con un soldador.
El político de ultraderecha, en el poder entre 2019 y 2022, sufre secuelas de un ataque con arma blanca en 2018 durante un acto de campaña, que requirió múltiples intervenciones quirúrgicas. Una vez reciba el alta, regresará a su celda en una dependencia de la Policía Federal de Brasilia, dotada con frigobar, aire acondicionado y televisor.