Identidad panadera reconocida
El municipio de Atotonilco El Grande, ubicado en el estado de Hidalgo, ha obtenido el prestigioso reconocimiento de Pueblo con Sabor por parte de la Secretaría de Turismo federal. Esta distinción se otorga a localidades donde la gastronomía trasciende su función alimentaria para convertirse en símbolo de identidad colectiva. Las frutas de horno, galletas tradicionales elaboradas con maíz cacahuazintle, manteca de cerdo, azúcar y canela, son el exponente más representativo de esta vocación panadera.
Historia y tradición en cada bocado
Según relata Yoselin Licona, encargada de la histórica panadería La Poblanita, el negocio familiar ha mantenido intactas sus recetas originales desde su fundación a finales de los años 50. Entre sus productos tradicionales destacan el cocol, la mestiza con piloncillo, anís y canela, así como el bolillo y la burrita cubierta de azúcar. Sin embargo, son las frutas de horno las que han trascendido como emblema cultural de la región.
Origen y significado de un nombre
El término “fruta de horno” no responde a su composición frutal, sino a una concepción ancestral. Representa el fruto del trabajo colectivo y el esfuerzo comunitario invertido en su elaboración. Originalmente destinadas a las ofrendas del Día de Muertos con su característica cubierta de azúcar roja, actualmente también se producen con azúcar blanca y están disponibles en cualquier época del año.
“Más que una simple galleta, es un símbolo de identidad y herencia cultural”, afirmó Licona, destacando cómo este alimento ha mantenido viva la memoria histórica de la comunidad a través de generaciones.