Cathy Terkanian, una enfermera retirada estadounidense, recibió en 2010 una carta que cambiaría su vida. El documento provenía del Departamento de Servicios Sociales de Virginia y le informaba sobre un caso que la involucraba directamente: la desaparición de Alexis, la hija que había dado en adopción 36 años atrás. La comunicación detallaba la necesidad urgente de su ADN para compararlo con restos humanos hallados en Wisconsin. “Me quedé atónita”, confesó la mujer, quien jamás dejó de pensar en su bebé.
El rastro de una adolescente desaparecida
La investigación personal de Cathy arrojó coincidencias escalofriantes: una menor desaparecida en Michigan en 1989 coincidía en descripción y fecha de nacimiento con su hija. Aundria Michelle Bowman, nombre adoptivo de Alexis, había sido reportada ausente de su hogar a los 14 años. “La foto era de una adolescente, difícil de reconocer. La última vez que la vi era una bebé de 9 meses”, describió Cathy, quien descubrió similitudes físicas y emocionales que la convencieron de la conexión.
Secretos oscuros en el pasado del padre adoptivo
El padre adoptivo, Dennis Bowman, tenía un historial criminal inquietante. Condenado en 1980 por un ataque sexual frustrado con arma de fuego, cumplió cinco años de prisión. En 1998, fue arrestado por robo tras irrumpir en la casa de una compañera de trabajo. Durante su detención, omitió mencionar la desaparición de Alexis, a pesar de tener dos hijas. “No mencionó al juez que esa niña había estado desaparecida por más de una década”, denunció Cathy.
Confesión que llegó tras una década de lucha
En 2019, Bowman fue arrestado por el asesinato de Kathleen Doyle en 1980. La noticia movió a las autoridades a presionarlo con respecto al caso de Alexis. Finalmente, admitió haberla matado accidentalmente tras abofetearla, provocando que se rompiera el cuello al caer. “Lo que más querían era permanecer juntos”, aseguró Cathy, quien utilizó esa información para negociar con las autoridades. Los restos de Alexis fueron encontrados en el patio trasero de la casa de los Bowman, y el ADN confirmó su identidad.
Un documental que da voz a la verdad
La historia de Cathy inspiró el documental Into the Fire: The Lost Daughter, disponible en Netflix. La producción muestra cómo una madre, guiada por instinto y determinación, logró exponer un crimen que permaneció oculto durante décadas. “Uno nunca se separa de los hijos. Tal vez físicamente, pero psicológicamente, nunca me separé”, concluyó Cathy, cuya lucha trajo justicia para su hija.
