El líder del Sindicato Autónomo y Democrático de Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo, Isidro Bautista Delgado, denunció una entrada forzada a las instalaciones del sindicato. Acusó directamente al director de Recursos Humanos, Alfonso Corzo, de haber violado las cerraduras sin previo aviso. El secretario general exige al alcalde Gustavo Alarcón Herrera la devolución inmediata del espacio y la apertura de una mesa de negociación para tratar las demandas laborales.
En una rueda de prensa celebrada el domingo, Bautista Delgado catalogó el suceso como un acto de apropiación ilegítima del patrimonio colectivo. “¿Cómo puede exigir paz una autoridad que promueve la violencia en contra de sus trabajadores?”, expresó, advirtiendo que, en caso de no recibir respuestas prontas, se endurecerán las protestas en las calles de la capital.
Documentos y recursos sindicales en riesgo
El dirigente recordó que el espacio había sido cedido legalmente por la gestión anterior mediante un comodato. En dichas oficinas se guardaban expedientes laborales, tomas de nota, equipos informáticos y fondos propios del sindicato destinados a la adquisición de útiles escolares para los hijos de los trabajadores. “Yo tenía 5 mil pesos en mi escritorio, y la compañera Paola (secretaria de Finanzas del sindicato) también contaba con un fondo adicional, esos recursos estaban destinados a apoyos directos para los trabajadores, hoy desconocemos su paradero”, afirmó.
Demanda de revisión salarial y aumento de conflictividad
Bautista Delgado también señaló que durante este año no se ha otorgado aumento salarial ni se han cubierto retroactivos, a pesar de que la administración previa había aprobado un 7%. “Exigimos que se haga un estudio serio sobre el salario digno que merecen los trabajadores, el gobierno del estado ha otorgado hasta 12% de aumento en algunos sectores. En el municipio, no hemos recibido nada”, enfatizó.
El sindicato, que representa a más de 200 empleados del ayuntamiento, afirmó que el conflicto trasciende el tema inmobiliario y forma parte de una política constante de hostigamiento. Señaló que Corzo es recurrentemente acusado de insultar y desvalorizar a trabajadores, directivos y concejales. “Tememos por represalias, pero no nos vamos a quedar callados, si algo nos ocurre a nosotros o a cualquier integrante del comité, responsabilizamos directamente a la administración”, concluyó.