Más de 200 comerciantes indígenas establecidos en la zona turística de Acapulco enfrentan una severa crisis económica derivada de las obras de remodelación que impulsa FONATUR en la avenida Costera Miguel Alemán. Desde hace dos meses, las labores de reconstrucción han mermado drásticamente sus ventas, lo que ha obligado a varios de ellos a regresar a sus comunidades de origen en la montaña, en espera de que se reactive la actividad comercial en el puerto.
Afectaciones económicas y desplazamiento forzado
Según Marcos Guevara Saavedra, líder de la Unión de Indígenas Radicados en Acapulco, la interrupción constante del flujo turístico por las obras ha provocado que muchas familias ya no puedan sostenerse. “No hay ventas”, afirmó, y detalló que esta situación no solo ha impedido que los comerciantes trabajen, sino que también ha derivado en la suspensión de la asistencia escolar de sus hijos. Varios han decidido retornar a sus pueblos, buscando empleo en el campo mientras las condiciones en la Costera no se normalicen.
Entre los más afectados se encuentran vendedores de artesanías, raspados, aguas frescas, tacos, nieves y productos de playa. Guevara Saavedra subrayó que todos los miembros de su organización cuentan con permisos municipales anuales, por lo que operan como comerciantes tolerados, aunque no han sido considerados en las planeaciones del proyecto federal.
Falta de información y certidumbre
El representante indígena denunció que ninguna autoridad gubernamental se ha acercado a informarles sobre los tiempos o alcances de las obras del Centro Integralmente Planeado, iniciativa anunciada en enero por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Esta falta de comunicación ha generado incertidumbre sobre cuánto tiempo más durarán las afectaciones.
“Desconocemos cuánto tiempo tomarán los trabajos”, expresó, al tiempo que señaló que no se tiene cifra exacta de cuántos indígenas han retornado ya a sus comunidades, pero reconoció que el número es significativo.
Avances y plazos del proyecto
De acuerdo con información proporcionada por FONATUR, las obras que comprenden al menos diez tramos de 500 metros en la Costera están programadas para concluir a principios del próximo año. Se trata de una intervención enfocada en la reactivación turística del puerto, aunque hasta ahora no ha contemplado medidas de apoyo para los sectores más vulnerables impactados directamente por las construcciones.